Muchas veces, con el día a día de ajetreo y no para que tenemos, no somos capaces de disfrutar del "no hacer nada". A veces es bueno alejarse del ruido para escucharnos. Y la naturaleza, habitualmente nos regala esta oportunidad.
Salir a pasear por la montaña, por un río o por un camino alejado de la ciudad nos acerca a nosotros/as mismos/as, como persona individual y como familia. Buscar un momento, un fin de semana, una mañana o tarde para "escaparos" y respirar tranquilidad, creatividad, espontaneidad, nuevas sensaciones o algunas que estaban en "modo avión".
Dejar que los niños/as os lleven por caminos, que se bañen en el río ( aunque no tengan bañador). Y os recomendamos mucho que los/las adultos/as también os metáis en el agua "fresca" del río.
Dejar también que cojan piedras, hagan montículos, vayan río arriba o abajo ( siempre que no veáis peligro, por supuesto). Dejarles hacer es dejarles crecer y ser mas autónomos en conducta y en pensamiento. Porque dejarles investigar y explorar en la naturaleza les permite descubrir un sinfín de curiosidades.
Cuántas veces habremos escuchado y/o dicho: "no hagas esto que ya eres mayor,...y mi pregunta es: ¿Por qué le ponemos edad a las actividades? Un adolescente no puede pintar piedras? ( pues escuchémonos más porque parece que no... o al menos es lo que se les transmite constantemente).
Si queremos que no estén tantas horas con las pantallas, debemos aprender que se pueden hacer daño al patinar o al escalar un àrbol, o corriendo,... pero el compartir esos momentos con amigos, primos,... les aportará mucho más positivo y les ayudará en su socialización y relación con los demás.
"Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza." Jean-Jacques Rousseau.
Esperamos que os guste y lo podáis aplicar en vuestro día a día.
Laura Ramos Psicóloga de iluilus
www.iluilus.com